Nos encontramos a punto de finalizar el año 2020. Un año que lamentablemente pasará a la historia como un año de pandemia asociado a pérdidas de seres queridos, aislamientos sociales, confinamientos de uno u otro tipo, distanciamiento interpersonales, retos sanitarios, políticos, económicos, culturales, etc.etc.
A nivel sanitario, todas las profesiones en general y Enfermería en particular han permanecido y permanecen de forma constante y permanente al frente de los cuidados a la población, ya sea desde la atención primaria o bien desde la hospitalaria. Y bueno es recordar que en éste mismo año de 2020, coincide con el 200 aniversario del nacimiento de la que fue precursora del carácter científico de nuestra actual profesión Enfermera: Florence Nightingale. (Florencia, 12 de mayo 1820 – Londres 13 agosto 1910)
Creo que no se debe eclipsar su obra y su figura pues gracias a su enorme aportación en los Cuidados de Enfermería logró salvar miles de vidas de los campos de batalla en la guerra de Crimea, así como en los hospitales de la época (finales S. XIX- principios S.XX) gracias a sus metódicas observaciones, recogida y análisis de datos de las atenciones y cuidados que aplicaban a los pacientes, ella misma y sus discípulas. Curiosamente, y entre otras aportaciones, medidas de higiene similares a las requeridas en la pandemia frente al virus covid-19 que nos azota en la actualidad: higiene, lavado de manos, saneamiento general, cuidados básicos etc. y sobre todo, el registro de sus observaciones y análisis estadístico que aplicaba e interpretaba. Gracias a sus aportaciones, se modificó el Sistema
Sanitario de Inglaterra con el apoyo de la Reina Madre Victoria de la Corona Imperial Británica. No en vano, cuidar la salud del ejército y de sus soldados era cuidar de toda la nación recibiendo por ello la Medalla de la Orden del Mérito del Reino Unido de manos de la Reina en 1907 siendo la primera mujer en recibir tan distinguido galardón, el cual era reservado para los hombres.
La Dama de la Lámpara, como era conocida por cuántos soldados llegaban malheridos o moribundos. ¡Cuán consolados y acompañados debieron sentirse al ver aparecer esa figura de mujer portando la lámpara!. Una lámpara que daba luz y esperanza a cuántos atendía ó respeto y dignidad a los que morir veía.
Hace igualmente 10 años que con motivo del 100º aniversario de su muerte (Londres 1910) se llevó a cabo en el Salón de Actos de nuestro Hospital Infanta Margarita, la lectura ininterrumpida de la obra de Florence Nightingale: Notas sobre Enfermería. Un evento a nivel mundial organizado en colaboración con la Fundación Índex y por el que suscribe junto al área de atención a la ciudadanía, con la participación de pacientes, familiares, profesionales y otras personas que voluntariamente quisieron dejar constancia de su fragmento de lectura. El acto fue inscrito a nivel internacional al ser adherido a la Organización Mundial de Enfermería y el Consejo General de Enfermería de nuestro país junto con otros hospitales y centros que se unieron a la convocatoria.
Posteriormente, y como continuación a la memoria de Florence Nigthingale, surgió la idea del que suscribe de llevar a cabo la actividad: 12 Meses, 14 Necesidades, abordando de forma mensual las necesidades humanas a través de la mirada de distintas profesiones y profesionales de todos los ámbitos: facultativo, enfermería, auxiliares, celadores…. Así como de pacientes y familiares desde una emisora de radio local: Onda Carteya Radio de la cercana localidad de Nueva Carteya.
Dicha colaboración de los profesionales permitió aportar evidencias en los procesos de acreditación de competencias que estaban llevando a cabo.
Todo ello sucedía hace exactamente ahora una década. Se cumplen ahora 200 años del nacimiento y el 110º de la muerte de F. Nightingale a la que no podemos ni debemos olvidar. Mantengamos viva su llama de luz, la luz de su lámpara, y que nos continúe iluminando en el avance y progreso de nuestra noble profesión. Que nos permita ver ya sea en la oscuridad ó en luminosidad la dimensión humana que debe acompañarnos en todo momento. Ver con la doble mirada a nuestros pacientes, la mirada patográfica, relacionada con la patología orgánica que hace alterar su estado de salud y la mirada biográfica, que nos acerca a la persona humana, con sus ideas y creencias, sus valores, deseos, preferencias etc. Desarrollar la doble mirada en la atención asistencial nos permite reflexionar y crecer como profesionales, como personas y como ciudadanía.
En definitiva, contribuyendo a mejorar la salud física, psicológica y social de la población, aportando luz y esperanza, allá donde una “llama de lámpara” ilumine la Visión, Misión y Valores de Enfermería en una época como la que estamos viviendo actualmente y en todas las épocas venideras.
En Memoria de Florence Nightingale y en Reconocimiento por su aniversario, a todas las Enfermeras y Enfermeros que consciente ó inconscientemente, llevan y llevamos la luz del compromiso y desarrollo de la profesión.
J. Alejo Ortegón Gallego
Enfermero, Hospital Infanta Margarita
Cabra, Córdoba, Diciembre 2020