El presidente del gobierno ha anunciado este viernes pasadas las 10.00 la fecha del adelanto electoral. Ha sido en una declaración institucional después de un Consejo de ministros extraordinario que se ha celebrado a primera hora.
Los independentistas catalanes, claves para aupar a Sánchez, han sido definitivos al provocar el final de la legislatura con su rechazo a los Presupuestos Generales. Gobierno y Generalitat negociaron una salida a la crisis catalana, pero la negativa del primero a traspasar la línea roja de la autodeterminación rompió el diálogo. A partir de ahí, PDeCAT y ERC cumplieron su amenaza y no apoyaron las cuentas. Sánchez ha optado por adelantar los comicios. «Un Gobierno tiene la obligación de cumplir con su tarea: aprobar leyes, gobernar, avanzar. Cuando algunos partidos bloquean la toma de decisiones hay que convocar elecciones»
España celebrará las elecciones generales el próximo 28 de abril. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes que disolverá las Cortes para convocar comicios el último domingo de abril. La fecha ya ha sido comunicada al Rey. De este modo, la primera semana de campaña electoral coincidirá con la Semana Santa.
«Entre no hacer nada y convocar elecciones para hacer, elijo la segunda», ha declarado Sánchez, que se encuentra sin capacidad de gestión después de que el Congreso haya rechazado el proyecto de Presupuesto de 2019. En su intervención, el presidente no ha roto los puentes con los partidos independentistas catalanes y ha criticado a los del bloque conservador, de lo que cabe deducir que su propuesta seguirá siendo la de una alternativa a los partidos de la derecha con unas alianzas muy complicadas.
Con este medida, el líder socialista accede a las presiones de los presidentes autonómicos y alcaldes del PSOE para que separe las elecciones generales de las municipales y europeas, que ya estaban convocadas para el 26 de mayo. De este modo, los españoles irán a las urnas en dos ocasiones en un plazo de un mes. El 28-A, para elegir el Congreso y el Senado; el 26-M, para sus alcaldes, algunos presidentes autonómicos y los eurodiputados.
Los barones socialistas temían sufrir el mismo golpe que Susana Díaz recibió en diciembre, cuando los asuntos nacionales y, en especial, Cataluña, impactó de modo desfavorable en los resultados. Así, el propio Sánchez servirá de escudo a las ambiciones de sus alcaldes y presidentes.
En una intervención en Moncloa, después de hacer celebrado un Consejo de Ministros extraordinario, el presidente ha realizado una intervención que se debe interpretar como un primer mitin de la campaña electoral; ha subrayado los logros de su corto mandato y ha culpado a la «oposición conservadora» de «deslealtad» con el Estado. Sánchez ha negado que intentase un pacto oculto con los independentistas durante las semanas pasadas para aprobar los Presupuestos: «Ellos saben donde ha estado siempre el Gobierno».
Pedro Sánchez, no obstante, ha declarado que seguirá insistiendo en la necesidad de dialogar con los partidos catalanes, porque la alternativa que propone la oposición es el «155 permanente».
El Gobierno de Pedro Sánchez ha durado ocho meses, comenzó con el éxito de la moción de censura a Mariano Rajoy, gracias al apoyo de Podemos, del PNV y de los independentistas catalanes. Pero finaliza con el fracaso de los Presupuestos de 2019, motivado por el rechazo de los separatistas. Durante este tiempo, el presidente ha estado gobernando con las cuentas del anterior Ejecutivo del PP.
Después de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, el panorama electoral ha cambiado en España, donde se ha abierto una opción de gobierno de un bloque conservador formado por PP, Ciudadanos y Vox.