Con sus palabras emocionó , hizo reír y enamoró a los vecinos y vecinas del municipio con sus palabras y su arte.
«Y es que para quererte, Estepona, no hace falta haber nacido a la vera de un geranio en la calle Cáceres, ni haber sido bautizado en la iglesia de Los Remedios», comenzaba José Mercé su Pregón, con una sonrisa de oreja a oreja y parando el discurso porque se le escapaba la risa entre broma y broma. Una simpatía que caracterizó sus palabras de principio a fin, con un cariño especial hacia el pueblo de Estepona, que no dudó en arroparle en cada una de sus frases.
El cantaor flamenco calificó la ciudad de única y especial, recalcando en varias ocasiones que era la más limpia que había conocido durante su vida, «probablemente la más limpia del mundo».
«Estepona es mucha Estepona. Si hasta Juanito Valderrama tiene su plaza. Qué gran cantaor, qué grande», añadía Mercé, mencionando a todos los grandes del flamenco que han pasado por la Plaza de Toros de la ciudad. Gastronomía, arte, cultura, historia… No le faltó lujo de detalles que transportó a los esteponeros a años atrás, recordando momentos, y al mismo presente, valorando cada una de las piezas que hacen de este lugar algo único y envidiable.
«Aire, aire, aire nuevo, aire fresco…», cantó Mercé en mitad de su discurso, dejando a los asistentes entusiasmados por su voz, entre aplausos y gritos de ‘olé’. Además, el cantaor aseguró que a la ciudad no le falta nada. «¿Qué más se le puede pedir ya? Que me voy a venir a vivir a Estepona. En cuanto pueda. De verdad os lo digo», afirmaba entre risas.