El conductor, que había consumido «un par de cervezas» antes del accidente, no habría superado el traumático suceso
El hombre que atropelló mortalmente a una mujer en un paso de cebra en Estepona se ha quitado la vida tras no superar, presumiblemente, el estado de culpa en el que quedó tras el accidente.
Y es que esta persona acabó con la vida de una septuagenaria el pasado 11 de mayo por la mañana, cuando la víctima cruzaba por el paso de peatones en la avenida de Juan Carlos I.
El conductor se la llevó por delante con su turismo y posteriormente dio positivo en el control de alcoholemia, en el que reconoció a los agentes «que se había tomado un par de cervezas» y que no «había visto a la mujer».
Las pruebas de alcoholemia dieron resultado positivo pero inferior a la tasa de 0,25 que marca el límite de la infracción, por lo que quedó en situación de investigado no detenido.
La mujer atropellada había caído unos metros después del paso de peatones y se mantuvo consciente durante la intervención de las emergencias que la estabilizaron. Dado que su estado era grave, fue trasladada al Hospital Regional Universitario de Málaga. Falleció esa misma noche.
No superó la culpa
El hecho de haber atropellado mortalmente a la mujer, cuando esta cruzaba correctamente por un paso de peatones, a lo que hay que sumar el hecho de haber ingerido esas dos cervezas previos, dejaron al conductor con un sentimiento de culpa que presumiblemente no superó.
La hipótesis principal con la que trabaja la Policía fue que el autor del atropello no superó el shock emocional de lo sucedido. Fuentes cercanas al caso, consultadas por El Confidencial, explican que es lo que declaró un familiar el día antes del hallazgo de su cadáver cuando se alertó de su desaparición.
