Tenderos de distintos sectores comerciales de Málaga han puesto su rostro en unos grandes billetes que lucen en los escaparates de sus establecimientos en una iniciativa que pretende homenajear al gremio tras verse afectado por la pandemia del coronavirus.
Un total de 23 comercios del casco antiguo de Málaga amanecieron este pasado jueves con billetes de gran tamaño personalizados con la cara de sus propietarios para ensalzar la figura del comerciante, con un papel esencial respecto al impulso de la economía del país, según destacan desde Bankinter, promotor de la acción.
Junto a la imagen de los comerciantes, aparecen en los billetes varios de los elementos identificativos de la ciudad como los espetos de sardinas, la catedral con la Alcazaba, la estatua de El Cenachero o la biznaga (ramillete de jazmines) sobre un fondo de colores verde y morado, como la bandera malagueña.
El pequeño comercio ha sido uno de los grandes damnificados de la pandemia, aseguran los impulsores de la iniciativa, que han querido transmitir, en colaboración con la Asociación Centro Histórico de Málaga, su admiración por el colectivo colocando a algunos de sus integrantes en unos billetes en el mismo lugar donde aparecen figuras de relevancia.
Moisés Guerrero, que posee una tienda de moda flamenca, ha calificado a Efe como “trágica” la situación de los comercios pequeños y apunta que en su caso ha tenido que adaptarse a un año diferente, sin ferias ni romerías, de las que obtenían gran parte de los beneficios.
La propietaria de varios comercios de calzado ha subrayado las dificultades que los pequeños negocios sufren frente a las grandes multinacionales, que disponen prácticamente del monopolio del comercio, sobre todo electrónico.
En este sentido, apunta que “ahora que la gente está más tiempo en casa, si aparece un evento como el Amazon Prime Day, todos tenemos a mano un ordenador” y resulta más cómodo consumir telemáticamente.
“Necesitamos que alguien recuerde que los pequeños comerciantes somos los que movemos el país y los que damos empleo”, destaca en declaraciones a Efe esta comerciante.
Varios tenderos participantes en la acción coinciden en que los establecimientos que seguían con el modelo tradicional de venta exclusiva en tienda se han sentido impotentes frente a una clientela confinada que consumía principalmente por internet, pero también que les ha obligado a adaptarse a una forma de comprar que, ya antes de la pandemia, imperaba en el mercado.
La Asociación del Centro Histórico que engloba los establecimientos de esa zona destaca la capacidad de adaptación y resistencia del colectivo ante las dificultades sobrevenidas por la pandemia.