La Policía Nacional ha desarticulado una banda de cinco personas de nacionalidad española especializada en vuelcos de droga.
Puede parecer una escena de película pero es totalmente real y ha ocurrido en Málaga. El pasado 25 de febrero los conductores que iban por la A7 a la altura de Marbella se quedaron sorprendidos. Varios coches, supuestamente de la Policía Nacional, lanzaron destellos a una furgoneta, la interceptaron cortando la autovía, se bajaron varios hombres armados y con indumentaria similar a la de la Policía, le dieron al conductor con la culata de una pistola, lo dejaron tirado en el suelo y se llevaron la furgoneta.
Fue un robo de droga, lo que se conoce en el argot como un vuelco. No eran, lógicamente, policías. Los agentes reales han estado investigando y han detenido a los supuestos delincuentes que realizaron esa operación. Son cinco españoles de entre 26 y 34 años y se les acusa por su presunta implicación en los delitos de robo con violencia o intimidación, lesiones, tenencia ilícita de armas, robo hurto uso de vehículo, tráfico de drogas, depósito de armas de guerra y pertenencia a organización criminal.
La furgoneta tenía un doble fondo en el que iba escondida la droga. Estos criminales lo sabían y fueron a por ella. Un botín de unos 300.000 euros. Una vez sacada la droga, abandonaron la furgoneta ese mismo día y fue encontrada en una pedanía de Ojén
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo I de Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Málaga, especializado en esclarecer vuelcos. Lo primero era intentar saber quiénes eran esos delincuentes y tiraron de los vehículos que habían sido utilizados en la autovía, cuyas matrículas estaban dobladas y que fueron encontrados por la policía nacional en varios puntos de la Costa del Sol.
La Policía Nacional consiguió identificar a varios de los integrantes de este grupo, que estaba asentado en Marbella, Estepona y Casares. Robaban coches, llegaron a tener hasta cinco, para utilizarlos en los vuelcos de droga. Una vez localizados, procedieron al registro de sus inmuebles y a su detención dentro de lo que se ha conocido como operación Bicol.
En esos registros encontraron de todo: pistolas, escopetas, más de 2.600 cartuchos, 12.360 euros en efectivo, cocaína, hachís, marihuana, uniformes de policía, una decena de coches, material para robo de vehículos, dispositivos lanza-destellos, dispositivos de geolocalización, inhibidores de frecuencias, soportes de matrícula, cámaras de caza y hasta un dron, entre otros efectos.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella ha decretado el ingreso en prisión provisional para dos de los detenidos.
