El primer mapa andaluz sobre este fenómeno determinará la influencia de las características geográficas y estimará el número de afectados
La Junta realizará un mapa sobre la soledad no deseada en personas mayores en Andalucía, que permitirá determinar si existen características geográficas que influyen en este fenómeno. Este mapa formará parte del primer estudio de estas características, un análisis mucho más extenso que hará posible estimar el número de personas que se encuentran en esta situación, las dimensiones de la soledad o los factores de riesgo. Y a través de todo ello, las estrategias y recursos adecuados para combatirla.
El investigador principal de este estudio, que verá la luz a principios del próximo año, será el profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Juan Manuel García González, quien presenta una amplia experiencia en investigación en demografía, salud pública y envejecimiento.
Este trabajo ocupa un lugar destacado dentro de las líneas de trabajo definidas en el I Plan Estratégico Integral para personas mayores en Andalucía 2020-2023 que está elaborando la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación.
Conforme al análisis de los resultados de este estudio, el Gobierno andaluz pondrá en marcha líneas de actuación orientadas, principalmente, a la prevención de estas situaciones de aislamiento social y especial vulnerabilización. Unas actuaciones que se enmarcarán dentro del Plan Estratégico Integral y que apostarán por el fomento de la convivencia intergeneracional, así como por el refuerzo de los Centros de Participación Activa.
En la actualidad no existe un estudio de estas características en la comunidad autónoma. Las estadísticas existentes únicamente muestran el número de hogares unipersonales, sin especificar cuáles son los niveles de soledad no deseada social y emocional, y de aislamiento social de las personas de 55 y más años residentes en Andalucía, así como las características sociodemográficas que las definen.
Justificación del estudio
Desde principios del siglo XXI, la esperanza de vida en Andalucía ha crecido unos cuatro años hasta alcanzar una media de casi 82 años. Asimismo, desde 1998, el número de personas mayores de 55 años se ha incrementado en casi 800.000, por lo que en la actualidad suponen el 29% de la población andaluza
Por tanto, se trata de un fenómeno en aumento en los países desarrollados, que incide significativamente sobre el bienestar psicológico y la resiliencia de las personas mayores para superar condiciones adversas, que puede derivar en depresión, ansiedad, deterioro de la salud mental y de la movilidad, aumento de la discapacidad y falta de autonomía o dependencia. Este progresivo proceso de envejecimiento y el aumento de los hogares unipersonales tiene una serie de consecuencias sociales, entre las que se encuentra el sentimiento de aislamiento y soledad no deseada.