La comarca de la Axarquía, situada en el este de la provincia de Málaga, es una de las joyas vitivinícolas más antiguas de Andalucía. Con un clima cálido y montañoso, la Axarquía ha sido el hogar de viñedos desde tiempos inmemoriales, en especial durante la época andalusí (711-1492), cuando los musulmanes gobernaron gran parte de la Península Ibérica. Aunque la religión islámica prohibía el consumo de alcohol, los musulmanes desarrollaron una importante tradición vitivinícola en la región, que influiría profundamente en la cultura y la agricultura local.
Para conocer de primera mano toda esta cultura Turismo de Mancomunidad de la Axarquía, Oriental desarrolla esta acción para poner en valor el legado y patrimonio andalusí del interior de la comarca en torno a este fruto sobresaliente en la época y empleado en la gastronomía
la creación de la ‘Ruta por las Viñas de Al-Ándalus’. Se trata de una acción incluida en el Proyecto Innova Experiencia Andalusí para la revalorización del legado de Al-Ándalus en torno a la conocida como ‘Ruta de la Pasa’ puesto en marcha por la Secretaría de Estado de Turismo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea financiados con los fondos Next Generation EU.
La vid fue tal vez, el más importante de los cultivos en Al-Ándalus, y esta nueva ruta permitirá al visitante conocer de primera mano todo el proceso y las técnicas tradicionales que se han conservado desde la época andalusí relacionadas con la uva pasa y su elaboración, la poda de las viñas, el corte y picado de los racimos y el proceso que sigue en el pasero hasta convertirse en pasa. Este cultivo ancestral fue declarado Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la Unesco en abril de 2018.
El día 6 de septiembre se realizó la primera ruta guiada , la ruta se realizó de la mano de la empresa Plan A Málaga, visitando así a los pueblos de la Axarquía de Moclinejo, El Borge y Almáchar y visitamos las bodegas Dimobe que producen unos caldos y unos vermut exquisitos, con las variedades de uvas de la zona. ESta bodega , está situada en el municipio de Moclinejo y allí pudimos ver sus herramientas y nos explicaron la forma de elaborar el vino. Terminada la visita a la bodega hicimos una visita al pueblo de Moclinejo que también
conserva un patrimonio andalusí importante, aún conserva el entramado laberíntico de sus calles que actuaban como defensa y las calles encaladas que rememoran su pasado.
Historia del Vino en la Axarquía Andalusí
La introducción del cultivo de la vid en la península ibérica se remonta a los fenicios y romanos, pero fue durante el periodo andalusí cuando el vino en la Axarquía adquirió gran relevancia. En esta época, aunque la ley islámica (sharía) desalentaba el consumo de bebidas alcohólicas, las uvas se cultivaban principalmente para la producción de pasas, vinagres y jarabes medicinales, conocidos como “nabid”, una bebida dulce y fermentada que no se consideraba un verdadero vino alcohólico.
Además, muchos cristianos y judíos que vivían en la región bajo el dominio musulmán continuaron produciendo y consumiendo vino. Las viñas se convirtieron en un cultivo esencial para el sustento de las comunidades rurales, y la viticultura se entrelazó con el desarrollo económico de la Axarquía.
El segundo pueblo que visitamos fué el Borge, pueblo donde se produce la mayor cantidad de pasas de esta ruta y tiene un monumento, y muchos enclaves de la ciudad hacen mención a este fruto de los que cientos de familias se dedican particularmente estos días al secado de la uva y a la recolecta de ella en esas empinadas terrazas con la ayuda solo de animales , imposible que entre un tractor a esas tierras.
Fuimos a un lagar, donde pudimos ver como se pican las pasas y como se asolean, degustamos las uvas y las pasas, también la familia que estaba en el lagar nos mostró como se hace el proceso de la colocación de la uva para que se convierta en pasa, echaron los toldos y tocaron la caracola , era el instrumento que se usaba para avisar a los demás paseros en caso de lluvia , por eso los todos tienen que ser de tela para que no se acumule agua y lleguen a las pasas.
Degustación del exquisito Ajoblanco de Almáchar y una visita al museo de la pasa, donde existen multitud de aperos, donados todos por los vecinos una auténtica joya que nos muestran como era la vida en esta estación del año en las casas de estos pueblos.
El Clima y el Terreno: Factores Únicos
El entorno natural de la Axarquía juega un papel crucial en la calidad de sus vinos. La región es conocida por su orografía montañosa, con colinas empinadas y suelos de pizarra, lo que obliga a los viticultores a realizar cultivos en terrazas, una técnica que se remonta a la época andalusí. Estas tierras difíciles de trabajar han permitido que las viñas crezcan en condiciones especiales, con escasas precipitaciones, pero con un alto nivel de insolación. Esto, combinado con la cercanía al mar Mediterráneo, contribuye a un microclima que favorece la concentración de azúcar en las uvas.
Las variedades de uva más representativas de la Axarquía son la Moscatel de Alejandría y la Pedro Ximénez. Estas uvas se cultivan desde tiempos andalusíes y son particularmente valoradas por su capacidad para producir vinos dulces y pasas de alta calidad. Las pasas de Málaga, de hecho, son uno de los productos más apreciados de la región y tienen reconocimiento a nivel internacional.
El cultivo de la vid en la Axarquía no solo sobrevivió, sino que prosperó. Aunque los musulmanes fueron expulsados o convertidos, las técnicas agrícolas que introdujeron permanecieron. Los métodos de cultivo en terrazas, el uso de albercas para regar los viñedos y el conocimiento de la conservación de las uvas pasas fueron legados que dejaron los andalusíes.
Durante siglos, los vinos de la Axarquía se exportaron a todo el mundo, llegando incluso a las mesas de los reyes europeos. En el siglo XIX, sin embargo, la plaga de la filoxera destruyó gran parte de los viñedos. A pesar de ello, las viñas se replantaron, y la región experimentó un renacimiento en las últimas décadas del siglo XX.
Los Vinos de la Axarquía Hoy: Un Producto de Calidad
En la actualidad, la Axarquía es famosa por sus vinos de licor y vinos dulces, que son un testimonio de la pervivencia de una tradición vitivinícola de siglos. Los métodos de producción actuales combinan prácticas tradicionales con innovaciones modernas, garantizando la calidad y autenticidad de los productos. Los vinos de la Axarquía se producen mayoritariamente de forma artesanal, y su sabor refleja la singularidad del terreno andaluz.
Uno de los productos estrella de la Axarquía es el vino moscatel dulce, elaborado principalmente a partir de la uva Moscatel de Alejandría. Estos vinos tienen una gran intensidad aromática, con notas florales, frutales y un toque de miel que los hace únicos. Los viticultores de la región han conseguido que estos vinos sean reconocidos con diversas denominaciones de origen y premios internacionales, consolidando su reputación en el mercado global.
La Axarquía como Enoturismo
La herencia andalusí, la belleza del paisaje y la riqueza de su tradición vinícola hacen que la Axarquía sea un destino atractivo para el enoturismo. Los turistas pueden recorrer sus pintorescos pueblos blancos, como Cómpeta, Sayalonga o Frigiliana, y visitar bodegas que siguen produciendo vino de manera artesanal. Además, el cultivo de la vid sigue estando muy presente en la vida cotidiana de la comarca, lo que convierte la visita a estos viñedos en una experiencia inmersiva en la historia y cultura de Andalucía.
El Proyecto Innova Experiencia Andalusí pretende poner en valor la ‘Gran ruta Andalusí’ en todo el país y está dentro del programa ‘Experiencias Turismo España’ con una inversión conjunta superior al millón de euros de los cuales 200.000 euros van destinados a diferentes acciones que se están desarrollando desde el Área de Promoción Turística de la Mancomunidad de la Axarquía.
Es una actividad incluida en el proyecto Innova Experiencia Andalusí impulsada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y puesto en marcha por la Secretaría de Estado de Turismo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiados con los fondos Next Generation EU.