La séptima edición de Foro Transfiere ha abordado en una de sus mesas redondas el ámbito de la inteligencia artificial, el ‘deep‘ y ‘cognitive learning‘. El debate ha sido moderado por Diego Fernández, CEO de BIBA Venture Partners que ha reconocido que aunque la IA (Inteligencia Artificial) “revoluciona el día a día, sigue siendo un concepto bastante amplio de abarcar”. Durante la jornada han afrontado el uso de la inteligencia artificial en diferentes sectores: defensa, gestión tributaria, turismo, redes sociales e inteligencia humana.
En 2026, según las previsiones, 8 billones de personas estarán conectados a Internet. “Hablaremos de relaciones más estrechas entre seres humanos y robots”. Y en 2030, la IA podrá pasar el test de Alan Turing.
Elisa Martín, directora de Tecnología e Innovación de IBM ha mostrado la solución puesta en marcha en la Agencia Tributaria, el asistente virtual SII (Suministro Inmediato de Información), para la gestión del nuevo IVA en tiempo real. Reconoció que fue un reto importante pues “es una información muy compleja, procedentes de diferentes tamaños de empresas”.
La situación antes de la implantación del sistema era difícil ya que “los equipos de call center estaban desbordados pues incluso se llegaba a un retraso de dos semanas para cuestiones fáciles de responder”. Como así reconoció Elisa Martín en su presentación, gracias a este asistente virtual “se han reducido los tiempos y se está realizando una gestión más rápida”.
Uno de los ponentes con mayor expectación dentro del Foro Transfiere era Robert Nagle, chief Technology Officer y product officer en Interactions, una de las 25 startups con más potencial, como así lo ha reconocido la revista Forbes. En su intervención trató sobre la inteligencia artificial y la inteligencia humana.
Señaló que en su empresa estaban centrados en el reconocimiento de voz, el ‘machine learning‘ y el ‘deep learning‘. Enfocados en el desarrollo y la asistencia con inteligencia artificial para grandes empresas: “me gusta traducir grandes ideas en grandes negocios”.
Una de las multinacionales con la que están trabajando actualmente es la cadena hotelera Hyatt que ha conseguido ahorrar “4.4 millones de dólares con la aplicación de reservas y gracias a la inteligencia artificial”. Señala que han mejorado la experiencia del cliente y las capacidades de comprensión para todos los huéspedes.
Para Robert Nagle es esencial aumentar la inteligencia artificial con la inteligencia humana y al contrario. “Gracias a la observación, aprendemos de esas transacciones para mejorar nuestras soluciones”.
Jesús Martín, jefe de proyecto ATHENA de AIRBUS trató sobre las aplicaciones de la inteligencia artificial en defensa. En este sentido, identificó varias aplicaciones “operando como si fuéramos animales, para la autodetección de enemigos, para una misión, para el filtrado de la información,…”. Describió que para ello se utilizan enjambres de drones.
Las misiones de reconocimiento son unos de los desarrollos más interesantes. “En toda la cadena de mano podemos usar la IA”. Incluso habló sobre la búsqueda de desaparecidos en el mar, “usamos patrones, podemos barrer con el enjambre y ayudamos a localizarlos”.
Mostró la capacidad que tiene la tecnología, incluso de forma negativa, y puso el ejemplo de actualidad sobre cómo un enjambre de drones atacó una base rusa en Siria.
Rafael Hernández, CEO de Human Data explicó en su intervención que en su empresa “somos especialistas en inteligencia emocional”. Detalló que son capaces de “dotar a sistemas inteligentes de perfiles psicológicos”.
Según las predicciones de la Singularity University de Silicon Valley, durante este año “nos encontraremos bots, tipo Alexia, que tienen cierta relación emocional, por ejemplo, pueden gritar”. Contó que según estas predicciones en 2022 “vamos a poder ver cómo los bots van a estar en los hogares, reconocerán nuestras posturas y podremos hablar con ellos”. Los robots interactuarán como nosotros, por ejemplo, podrán ser recepcionistas.
En 2026, según las previsiones, 8 billones de personas estarán conectados a Internet. “Hablaremos de relaciones más estrechas entre seres humanos y robots”. Y en 2030, la IA podrá pasar el test de Alan Turing.
Rafael Hernández habló sobre cómo en su empresa usan la inteligencia artificial para la “personalización del entorno, tipo ecommerce; las comunicaciones personalizadas: dotar de un perfil psicológico al bots; y para la influencia social media”. Ejemplo éste último muy usado en el ámbito político para orientar las campañas electorales.