Málaga esconde tantísimo, que pensar que no existe vida más allá de Manilva, Nerja o la propia capital de la provincia es perderse lugares maravillosos.
Los maravillosos pueblos blancos de las montañas malagueñas, que compiten en belleza con los pueblos negros de Guadalajara, son un pequeño ejemplo de lo que podemos encontrar en Málaga si nos alejamos un poco de sus maravillosas playas y de su capital.
Ronda
Es el pueblo que ilustra este artículo y es una auténtica maravilla. Situada sobre un desfiladero, Ronda encuentra en los Molinos del Tajo uno de los mejores senderos para disfrutar del pueblo desde otra perspectiva. Imprescindible que el senderismo esté entre tus planes si vas a visitar la ciudad.

Nuestra recomendación es que disfrutes de su increíble parador porque no podría estar mejor situado.
Ardales
Visitar Ardales y no ir al Caminito del Rey podría considerarse pecado capital. Este pueblo malagueño es una referencia geográfica rodeada por el desfiladero de Los Gaitanes, el embalse del Conde del Guadalhorce (con playa incluida) y la Cueva de Ardales, un tesoro natural impresionante. Hay tanto por ver y tan espectacular que te dejarás las prisas en la ciudad porque aquí has venido a disfrutar con calma de la naturaleza.


Sendero de los Reyes en el Caminito del Rey
El complejo turístico La Garganta, es una excelente opción para disfrutar de esa playa de interior tan top.
Frigiliana
Es uno de los pueblos de España más bonitos y perderse por sus calles empinadas es un auténtico placer. Paredes blancas, buganvillas a todo color y la necesidad de disfrutarlo sin prisas. Frigiliana es el mejor ejemplo de lo que los pueblos blancos de Málaga pueden ofrecernos.


Para hospedarnos, un encantador Bed & Breakfast en el que sentirnos como en casa, está en el centro mismo de este encantador pueblo.
Canillas de Aceituno
Canillas de Aceituno es un pequeño pueblo de la comarca de la Axarquía en el que perderse por las calles encaladas es un placer, pero que esconde un secreto aún mejor. En el desfiladero que une Sedella y Canillas de Aceituno, nos encontramos el tercer puente colgante más grande de España en espacios naturales, El Saltillo, perfecto para disfrutar de la naturaleza y hacer deporte sin darnos ni cuenta.


Para hospedarnos nos quedamos con Olive & Ivy Guesthouse, un B&B situado en el pueblo en el que podremos disfrutar de la tranquilidad de Canillas de Aceituno en un sitio precioso.
Alozaina

María Sagredo da nombre al torreón del viejo castillo nazarí de Alozaina porque tal y como reza la leyenda, defendió la villa de un ataque morisco a finales del siglo XVI. Este pequeño pueblo se encuentra entre el Valle del Guadalhorce y la Serranía de Ronda, y da acceso a la Sierra de las Nieves, así que hay mucho que visitar. Eso si no decides quedarte a vivir entre sus preciosas calles blancas.
Jorox, parroquia de AlozainaEn esta ocasión te recomendamos alojarte en Tolox y hacer una visita a Alozaina desde ahí, porque se encuentra a menos de 8 kilómetros. El Hotel Cerro de Hijar, es tranquilidad en estado puro.
Júzcar
Del blanco más inmaculado al precioso azul que viste las calles de Júzcar, un pequeño pueblo al que se le conoce como la “aldea azul” desde el año 2011. El por qué es sencillo: una campaña de marketing de Sony Pictures para celebrar el estreno de la película Los Pitufos. Ahora ya no se le conoce como el pueblo pitufo (los derechos de autor…) pero sigue siendo encantador y una opción muy original si vas a Málaga.


Puedes hospedarte en el hotel Bandolero, que tiene las características paredes azules del pueblo

