jueves, diciembre 5, 2024
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Encuesta electoral ABC: PP y Cs necesitan sumar entre tres y ocho escaños más para desalojar al PSOE de la Junta

Al Partido Popular y Ciudadanos no les terminan de salir las cuentas electorales para acabar con 37 años de hegemonía del PSOE en la Junta de Andalucía.

En Sevilla, Málaga y Cádiz se produce el temido sorpasso: Cs aventajaría al PP en estas provincias

A ambas fuerzas les faltarían entre tres y ocho escaños para sumar 55 diputados, la cifra que marca el umbral de la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, según la encuesta preelectoral realizada por GAD3

Con una horquilla de entre 25 y 27 escaños (22,3% de los votos) para elpartido de Juanma Moreno y de entre 22 y 25 (19,3%) para la formación que lidera Juan Marín, el bloque del centro-derecha aglutinaría 52 escaños en el más favorable de los escenarios que proyecta el sondeo. La acusada caída del PP, que ahora tiene 33 escaños, no se ve compensada con el ascenso de Cs, que ahora cuenta con nueve representantes.

La suma de ambos no sería suficiente, por tanto, para desalojar a un PSOE que ganaría de nuevo las elecciones pero con una mayoría más débil de la que sacó en los anteriores comicios: entre 41 y 42 diputados (33,5%). Si quiere seguir gobernando, parece inevitable que la actualpresidenta y candidata socialista se entienda con Adelante Andalucía. La coalición de Podemos e IU, que en los anteriores comicios de 2015 se presentó por separado, se estrenaría con un cierto retroceso: pasa de los 20 que suma actualmente a entre 17 y 19 escaños. Con un 17,4% de los votos, quedaría desplazada a la cuarta posición en la Cámara autonómica.

El sondeo muestra un patente desgaste de los socialistas después de 37 años consecutivos en el poder con aspiraciones de cumplir los 40. El partido que lidera Susana Díaz obtendría los peores resultados de su historia. Perdería entre seis y cinco de los 47 escaños actuales. Ni en la legislatura andaluza de la pinza (1994-1996), en la que PP e IU hicieron pasar un calvario al Ejecutivo de Manuel Chaves, con una minoría de 45 escaños, el PSOE había retrocedido tanto. En el caso del PP hay que remontarse a las elecciones de 1990 para encontrar un peor registro (22,2%).

La paradoja es que la fragmentación del espacio ideológico del centro-derecha proporciona a los socialistas una amplia ventaja frente a sus siguientes adversarios, PP y Ciudadanos. Entregados ambos a una reñidísima pugna por el segundo puesto, miran a poca distancia por el espejo retrovisor a Adelante Andalucía. En Málaga, Sevilla y Cádiz, se produce el sorpasso que tratan de conjurar en el PP movilizando a todos sus cuadros nacionales. El pulso lo ganaría en las provincias más pobladas el partido naranja, al que el electorado no parece que vaya a castigar por el apoyo prestado al PSOE durante tres años y medio. Todo lo contrario.

La mayoría precaria que la encuesta otorga a la presidenta de la Junta de Andalucía estaría a años luz de la estabilidad que buscaba recuperar con la convocatoria anticipada de las elecciones. Ante la categórica negativa de la formación que dirige Albert Rivera a respaldar una segunda investidura, la candidata socialista se vería abocada a pactar sí o sí con Adelante Andalucía para continuar en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia autonómica, a pesar de la indisimulada incomodidad que le produce esta alianza, que augura una convivencia poco pacífica. Y ello a pesar de que la confluencia electoral de Podemos e IU registra un ligero descenso hasta alcanzar los 17 ó 19 escaños (17,4%) frente a los 20 asientos actuales que tienen Teresa Rodríguez (15), secretaria general de Podemos en Andalucía, y Antonio Maíllo (5), coordinador de IU.

En el bloque de la derecha, el sondeo, basado en 1.803 entrevistas y realizado entre los días 8 y 14 de noviembre, dibuja un corrimiento de votos evidente desde el partido de Juanma Moreno (PP), que conseguiría entre 25 y 27 escaños frente a los 33 que tiene actualmente, hacia la candidatura que encabeza Juan Marín (Cs) y Vox, que podría irrumpir en la escena política con un representante por la provincia de Cádiz (4,6%).

La formación que lidera Santiago Abascal lograría el 3,6 por ciento de los votos en el cómputo total en Andalucía. La imprevisible ley electoral española, con el desigual de apoyos por circunscripciones, puede producir la paradoja de que los restos acaben reforzando a la opción más votada.

Por si fuera poco, el PP siente en la nuca el aliento de la formación naranja. Los populares aspiran a quedar por encima de su rival en unas elecciones plebiscitarias para el nuevo PP comandado por Pablo Casado, quien multiplicará su presencia y visitará Andalucía once de los quince días que dura la campaña. Para Moreno, en su segundo intento de asalto a San Telmo, es ahora o nunca.

Juan Marín doblaría con creces sus nueve representantes en la Cámara autonómica. La fiebre naranja causaría estragos en la banda derecha (en la disputa por el segundo puesto) pero también por la izquierda. Según se desprende del análisis demoscópico realizado por la consultora GAD3, hacia esta fuerza migrarían muchos de los votos que en las últimas elecciones autonómicas (22 de marzo de 2015) habían elegido a los socialistas.

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