domingo, octubre 13, 2024
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Banderas cree que el Gato con Botas puede tener «toques» suyos, «pero probablemente hay más cosillas que haya adoptado yo de él»

Antonio Banderas vuelve a calzarse el traje, la espada y el sombrero del Gato con Botas para darle una última oportunidad al felino más famoso de Hollywood

Antonio Banderas vuelve a calzarse el traje, la espada y el sombrero del Gato con Botas para darle una última oportunidad al felino más famoso de Hollywood: ha vivido intensamente ocho vidas como héroe y ya solo le queda una en su nueva aventura, «El Gato con Botas: el último deseo».

En esta entrega, el gato «tiene que tener mucho cuidado con lo que se hace, porque ya es como los seres humanos», así que, explica Banderas en una entrevista con EFE, decide retirarse: «Antes podía ser un héroe, pero ahora ya no».

«Este gato ha vivido por encima de sus posibilidades, porque tiene un don que los seres humanos no tienen y es que, en el caso de América, tiene nueve vidas, no siete, como pasa en España, y de pronto se da cuenta de que le queda una», apunta el actor, nominado al Oscar por su papel en «Dolor y gloria» (2019), que le dio también su primer Goya, aparte del honorífico.

«Entierra sus botas, su espada y se dedica simplemente a ‘surfear’ la vida de cualquier manera; se deja crecer la barba y entra en una especie de depresión hasta que se entera de que hay una manera de recuperar sus vidas: pero lo que pasa es que lo que le depara el futuro no es lo que él pide, sino algo mejor».

El malagueño (1960) también ha pedido un deseo a 2023, aunque no está seguro de que el futuro le haga caso: «Me gustaría que todos abandonáramos un poco el yo y nos centráramos un poquito más en el nosotros».

«No nos escuchamos, estamos encerrados cada uno en nuestra parcela y nos hemos puesto una coraza alrededor, y yo tengo razón y tú no la tienes, y ya está. Y así nos va», se lamenta el actor, sin forzar la voz, casi en un susurro, protegiendo su garganta para las tres horas de actuación que le esperan en Madrid, donde interpreta por unos días su éxito «Company».

«Yo lo entiendo -dice a su lado Rosario Flores- porque a los cantantes les afecta todo, cualquier sentimiento, cualquier cosa. Y la angustia de no ponerte malo, es que no puedes».

La actriz y cantante, que trabajó a las órdenes de Pedro Almodóvar en «Hable con ella», donde interpretaba a una torera, es quien ha doblado en español a Mamá Luna, un personaje excéntrico y divertido que cuida al Gato en uno de sus peores momentos.

«La verdad es que cuando la vi me enamoré de ella», comenta con Efe la cantante. «Es una loquita maravillosa; cómo lleva esos pelos -se ríe mientras se levanta mechones de sus propios rizos rebeldes-, cómo vive con esos gatos, cómo los mima, cómo los habla».

«El cine siempre me ha gustado muchísimo; he pertenecido a él y está dentro de mí. Cuando me llamaron para doblar a Mama Luna -con toda la devoción que tengo yo a los gatos, que los amo; hice incluso una canción a mi gato-, participar en una película así, que es una experiencia nueva, para mí ha sido todo un regalo».

«El Gato con Botas: el último deseo» es una nueva secuela en dibujos animados de la saga «Shrek», donde Banderas ya interpretaba al Gato con Botas que aparecía en la segunda, en 2004; el personaje tuvo tal acogida que se integró en otras dos entregas de la saga y tuvo una película solitario, que se estrenó con gran éxito en 2011.

Después de 20 años con él, Banderas cree que el Gato con Botas puede tener «toques» suyos, «pero probablemente hay más cosillas que haya adoptado yo de él».

Este personaje tiene muchos gestos, rasgos y movimientos del propio Banderas, a pesar de ser una cinta de animación clásica en 3D y 2D, sin «stop motion», pero eso tiene una explicación, señala el actor.

«La voz, en inglés, era lo primero que se grababa del proceso, y el dibujo se hacía alrededor de eso; teníamos una cámara frontal y dos cámaras laterales y a mí me daban una espada de plástico pequeñita para que jugara con ella, mientras hacía las voces, y un sombrero», explica.

«Todo ese material se le daba a los dibujantes, y ellos veían mi forma de maniobrar, mis expresiones, cómo cantaba las canciones, cómo hacía las cosas, y luego lo dibujaban. La verdad es que es muy friki, porque de pronto lo ves y dices, ‘Eso que ha hecho es mío'», se ríe.

EFE

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