Lo que empezó como una noche de fiesta en la Feria de San Pedro Alcántara terminó con una operación policial digna de una película. Gracias al rastreo por GPS de un móvil robado, la Policía Local de Marbella logró detener a un hombre que ocultaba en su coche una auténtica colección de teléfonos sustraídos: doce en total, todos presuntamente robados al descuido entre la multitud.
Eran cerca de las cuatro y media de la madrugada del sábado cuando una patrulla, en labores de vigilancia, fue alertada por dos jóvenes que acababan de abandonar el recinto ferial. Una de ellas, visiblemente alterada, relató que le habían robado el móvil hacía apenas unos minutos. Sin embargo, no todo estaba perdido: el geolocalizador del dispositivo seguía activo.
En la pantalla del teléfono, un pequeño punto luminoso se desplazaba lentamente por las calles cercanas. Los agentes no lo dudaron y siguieron la señal.
El recorrido los llevó hasta una zona residencial próxima al recinto. Allí encontraron a un hombre caminando con paso apresurado y gesto nervioso. En el momento en que los agentes lo interceptaron, la joven activó de forma remota el sonido del teléfono: un tono inconfundible empezó a sonar desde el interior de la chaqueta del sospechoso. No hubo margen para la duda.
Durante el registro, los policías hallaron una docena de terminales móviles de distintas marcas y modelos, en su mayoría de gama alta, además de fundas coloridas y documentación que pertenecía a sus propietarios. Las investigaciones confirmaron que los dispositivos procedían de robos cometidos durante la feria, aprovechando el bullicio, la música y la distracción generalizada.
El detenido fue trasladado a dependencias policiales. Aunque el hurto se considera un delito sin violencia ni intimidación, el valor conjunto de los objetos sustraídos eleva el caso a delito grave, con las correspondientes consecuencias penales.
Mientras tanto, la feria se apagaba poco a poco. Los feriantes desmontaban sus casetas y los últimos asistentes regresaban a casa sin imaginar que, a escasos metros, un sonido de alerta había desencadenado la captura de un ladrón y la recuperación de una docena de teléfonos.
El ladrón del patinete: un caso paralelo en Málaga capital
Por otro lado, en Málaga capital, la Policía Nacional detuvo recientemente a un hombre de 32 años acusado de cinco robos con violencia en los barrios de Ciudad Jardín, La Virreina y La Roca. Su modo de actuar era tan simple como efectivo: se acercaba por la espalda a personas que llevaban joyas visibles y, con un rápido “manotazo”, arrancaba las cadenas o pulseras antes de huir a toda velocidad a bordo de un patinete eléctrico.
La operación, bautizada como Catena, permitió su identificación gracias al testimonio de varias víctimas y podría relacionarlo con una quincena de tirones similares ocurridos en la misma zona. Tras su detención, el juez ordenó su ingreso en prisión provisional.