- El Gobierno declarará ambas zonas como de regresión grave debido a que crecerá entre 40 y 2020 metros en 2070
El Gobierno central tiene previsto declarará «en riesgo grave de regresión» los cerca de 800 metros de la playa de Arraijanal, en Guadalmar, y los mil metros que discurren entre la playa de Almayate y la desembocadura del Río Vélez tras analizar el comportamiento de ambos tramos del litoral malagueño. La declaración prohibirá nuevas autorizaciones para ocupar estos tramos del litoral y condiciona las ya existentes al avance del nivel del mar.
Estos documentos se basan en las conclusiones de dos informes sobre la regresión de la costa, en el caso de la capital, entre el término municipal de Torremolinos y la desembocadura del Guadalhorce, y el caso de Vélez-Málaga, en el tramo comprendido entre Almayate y Torre del Mar, tal como establece el diseño elaborado por la empresa Tragsatec (con fecha de mayo) para la Demarcación de Costas Andalucía Mediterráneo
Antecedentes
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ya presentó en 2022 la Estrategia para la Protección de la Costa de Málaga considerando los efectos del cambio climático y ha valorado que «establece un mecanismo de corto, medio y largo plazo» y es «una herramienta dinámica y orientativa», ya que se pone a disposición del conjunto de las administraciones y sirve de guía a sectores económicos. «Va a servir para dotarnos de una mejor capacidad de respuesta ante fenómenos» como el cambio climático, entre otros, pero ha asegurado que es «necesario acompañarla de un conjunto de actuaciones compartidas públicas y privadas».
Morán, acompañado por el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, y el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, ha recordado que la estrategia es un trabajo iniciado en 2019 bajo la coordinación de la Dirección General de la Costa y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y que está financiado por el Programa de Apoyo a las Reformas Estructurales de la Unión Europea.
Destacan en Guadalmar que la desaparición de la playa supone que las escolleras de defensa construidas para la protección de la zona no han surtido efecto. Así, destacan que el oleaje está cambiando, predominando los temporales de poniente, con mayor capacidad de transporte y erosión en la zona, lo que está acelerando el proceso de regresión del litoral. Todo esto, a pesar de los múltiples aportes, sin los cuales en la zona de Arraijanal la costa hubiese tenido una regresión de hasta 5 metros anuales.
Se estima que, si las condiciones no varían, en las predicciones a 10 y 20 años, el tramo de costa entre la playa de San Julián y el campo de golf se producirán los mayores movimientos regresivos. En la playa de Guadalmar, la regresión estará condicionada por la construcción de las escolleras y espigones existentes. De no existir dichas construcciones la línea de costa podría alcanzar las viviendas de la primera línea del frente de la playa de Guadalmar.
Vélez-Málaga
Para Vélez-Málaga se ha estudiado el entorno entre el Camping de Almanat y Torre del Mar, en el entorno de la desembocadura del río Vélez. En total, la regresión desde 1957 ha sido de 222.107 metros cuadrados de arena, algo menor que en Guadalmar.
Aquí, Costas destaca que, sobre todo en la última década los periodos secos en lo que a pluvimetría se refiere, ha hecho que el delta del río Vélez tenga cada menos presencia y que, por lo tanto se estén dando episodios de regresión, en parte provocado también por el aumento de temporales de poniente.
A partir de 2020, con un pico en 2022, entra en un periodo grave de sequía, por lo que las aportaciones de sedimentos fluviales al litoral son «casi inexistentes». De continuar esta tendencia y si las condiciones no varían, se estima que en las predicciones a 10 y 20 años, el tramo de costa de la margen izquierda del río Vélez se producirán los mayores movimientos regresivos, con unos máximos de 40 metros de regresión a los 10 años y de 70 metros a los 20 años(con respecto a la línea de costa de 2022). En el resto serían más leves, pero en ningún caso progresivos.
¿Qué pasa ahora?
Según el Reglamento de Costas, en los terrenos declarados en situación de regresión grave no podrá otorgarse ningún nuevo título de ocupación del dominio público marítimo-terrestre. Esta norma tiene una excepción en caso de que no exista a cinco años vista cierto riesgo de inundaciones. En tal caso, se podrán otorgar licencias de ocupación, siempre que estén motivadas y que no excedan esos cinco años, que pueden ser prorrogables en el mismo plazo.
Para las construcciones ya existentes, se mantendrán siempre que el mar no les alcance o exista riesgo cierto de que lo haga. En los terrenos declarados en situación de regresión grave, el Estado podrá realizar actuaciones de protección, conservación o restauración. Para esto, podrá imponer un impuesto especial que imponga a aquellas personas físicas o jurídicas que se beneficien de estas obras.