jueves, noviembre 13, 2025
spot_img
Inicio-actualidad‘Dragonfly’, el superyate del cofundador de Google, deslumbra en el puerto de...

‘Dragonfly’, el superyate del cofundador de Google, deslumbra en el puerto de Málaga

Con 142 metros de eslora y un valor de 450 millones de dólares, la lujosa embarcación de Sergey Brin, cofundador de Google, atrae todas las miradas en el pantalán de levante.

El puerto de Málaga vuelve a convertirse en escaparate de lujo marítimo. Desde el pasado 7 de noviembre, el superyate Dragonfly, propiedad del cofundador de Google, Sergey Brin, permanece atracado en el pantalán de levante. Procedente de Gibraltar y con bandera de las Islas Caimán, este coloso de los mares —de 142 metros de eslora y 20 de manga— destaca por su imponente diseño y su inusual color gris metálico, una tonalidad poco habitual en este tipo de embarcaciones.

Construido por los prestigiosos astilleros alemanes Lürssen, referentes mundiales en grandes yates privados, el Dragonfly se sitúa entre los 13 y 15 barcos más grandes del mundo, según distintas clasificaciones. Su coste de construcción asciende a 450 millones de dólares, y su mantenimiento anual ronda los 30 a 40 millones.

La historia de esta embarcación es tan singular como su aspecto. Originalmente, fue encargada por el multimillonario ruso Leonid Mikhelson bajo el nombre de Proyecto Alibaba. Sin embargo, las sanciones internacionales impuestas a empresarios rusos tras el inicio de la guerra de Ucrania paralizaron su entrega. En ese momento, Sergey Brin adquirió el buque, rebautizándolo como Dragonfly —“libélula”, en inglés—, en alusión a la ligereza y elegancia de este insecto.

El yate, que navega desde principios de 2024, combina potencia y sostenibilidad mediante un sistema de propulsión diésel-eléctrico, capaz de alcanzar los 24 nudos (44,4 km/h). Su estructura de acero y aluminio se distribuye en cinco cubiertas habitables, con capacidad para 18 pasajeros alojados en nueve suites de lujo, atendidos por una tripulación que puede variar entre 40 y 53 personas.

El interior del Dragonfly suma unos 2.000 metros cuadrados de superficie habitable, a los que se añaden otros 1.000 metros en zonas exteriores. Entre sus múltiples comodidades destacan varias piscinas, una de ellas con suelo de cristal, un muelle privado a popa para embarcaciones auxiliares y espacio suficiente para dos helicópteros.

Con su llegada a Málaga, el Dragonfly se une a la exclusiva lista de superyates que han recalado en el puerto en los últimos años, consolidando a la capital de la Costa del Sol como un destino de referencia para la náutica de lujo internacional.

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí