El barrio de La Trinidad cuenta desde esta semana con un refuerzo en materia de seguridad tras la activación de un nuevo sistema de videovigilancia municipal impulsado por el Ayuntamiento de Málaga. La actuación forma parte del plan de ampliación de cámaras en distintos puntos estratégicos de la ciudad, que incluye también los accesos al Parque de San Rafael.
En el caso de La Trinidad, el proyecto ha supuesto la instalación de diez dispositivos distribuidos en ocho enclaves considerados clave, especialmente en la calle Mármoles y su área de influencia. También se han colocado cámaras en la plaza de San Pablo, las calles Jara y Jaboneros, así como en la plaza Montes. Todos los equipos ya están conectados con la Policía Local, lo que permite su uso inmediato tanto para labores preventivas como para la investigación de posibles delitos.
Desde el Consistorio destacan que la videovigilancia actúa como elemento disuasorio y facilita la identificación de hechos delictivos. Según datos municipales, este tipo de sistemas contribuye a esclarecer hasta el 80% de los delitos cometidos en las zonas donde están operativos.
De manera paralela, el Ayuntamiento mantiene en marcha otro contrato para la colocación de 30 cámaras adicionales en más de veinte enclaves de interés, entre los que se incluyen monumentos, fuentes y espacios representativos del patrimonio histórico y cultural de la ciudad. A ello se suma la autorización obtenida por parte de la Comisión de Garantías de la Videovigilancia de Andalucía para la implantación de dispositivos en el entorno de las estaciones de tren y autobús, que abarcarán vías como Héroe de Sostoa, Paseo de los Tilos, Mendívil, Eguiluz, Mauricio Moro y la avenida de las Américas.
En cuanto al Parque de San Rafael, se han instalado nueve visores que permitirán controlar todos los accesos al recinto. Estos se suman a las dos cámaras ya existentes en el interior del parque, encargadas de la vigilancia del Panteón de la Memoria Histórica. Aunque los nuevos dispositivos ya están colocados, su puesta en funcionamiento está pendiente de la conexión definitiva.
Con estas incorporaciones, la red municipal de videovigilancia —en funcionamiento desde 2014— continúa creciendo y alcanza ya varias decenas de cámaras repartidas por el Centro, zonas patrimoniales, infraestructuras estratégicas y áreas industriales como los parques empresariales de Guadalhorce, Azucarera y Santa Bárbara.

