El cierre temporal de casi 80 camas en el Hospital Materno-Infantil de Málaga ha provocado la suspensión de numerosas operaciones pediátricas, generando una fuerte ola de críticas por parte del personal sanitario. El sindicato de enfermería Satse ha alzado la voz denunciando que “los niños están sufriendo las consecuencias de la incompetente gestión de la Gerencia y del Servicio Andaluz de Salud (SAS)”.
Según Satse, esta reducción drástica de camas —que afecta principalmente a las áreas de hospitalización infantil y maternidad— se ha producido sin una planificación adecuada y en plena época estival, cuando la presión asistencial se mantiene alta. El sindicato advierte de que esta medida “compromete seriamente la atención a los menores”, ya que muchas intervenciones quirúrgicas programadas han tenido que ser pospuestas indefinidamente.
“Estamos viendo cómo se cierran plantas enteras mientras hay niños que llevan meses esperando una operación”, ha afirmado un portavoz de Satse. “No se puede jugar así con la salud infantil”.
El cierre de camas suele coincidir cada verano con la disminución de personal por vacaciones, pero en esta ocasión el volumen ha sido “desproporcionado”, según el sindicato, que además denuncia que no se han cubierto adecuadamente las bajas ni se han reforzado los turnos. “La plantilla está agotada y desbordada, y esto acaba repercutiendo directamente en los pacientes más vulnerables”, señalan.
Desde el SAS aún no han ofrecido una explicación detallada, aunque fuentes internas indican que se trata de una “reorganización temporal por motivos de eficiencia”. Sin embargo, el personal sanitario insiste en que se trata de un recorte encubierto que pone en riesgo la calidad asistencial.
El caso ha comenzado a generar preocupación entre las familias afectadas, que temen por el impacto que estos retrasos puedan tener en la salud de sus hijos. Mientras tanto, Satse ha exigido una reunión urgente con la Gerencia del hospital y ha anunciado movilizaciones si no se revierte la situación en los próximos días.
Cierre de la quinta planta de Pediatría
Así, Satse ha explicado este martes que los pacientes pediátricos que deberían ser atendidos en la quinta planta de Pediatría están siendo reubicados en otras unidades «sin medios, sin personal y sin condiciones adecuadas», lo que está generando situación que, según el sindicato, son «de altísimo riesgo tanto para los menores como para los profesionales» que los atienden.
Satse también ha lamentado que «a partir del 15 de julio, el cierre del Hospital de Día Quirúrgico Pediátrico elevará a 79 las camas pediátricas y neonatales cerradas. Entre estas, según han precisado, se incluyen 58 camas de hospitalización pediátrica, 16 camas de Neonatología y 2 camas de UCI pediátrica. «Todo esto, en pleno verano y con más de 10.400 niños en lista de espera quirúrgica», dicen.
«Esta no es una crisis puntual», dicen, sino «el resultado directo de la dejadez, incapacidad y absoluta falta de responsabilidad del gerente del hospital y del Servicio Andaluz de Salud (SAS)». Así, desde Satse exigen al SAS «que se depuren responsabilidades ante el deterioro deliberado del Hospital Materno Infantil de Málaga y que se tomen medidas urgentes y reales para revertir este desastre asistencial.La salud y la vida de los niños de Málaga no pueden estar en riesgo por la incompetencia de una dirección».
